No se trata de la volante del equipo peruano de fútbol, podría
ser, pero de lo que quiero hablarles aquí es de cine, de nuestro pujante cine
nacional para enfrentar o colaborar con el séptimo arte del mundo entero.
“Magallanes es la mejor película peruana que se ha realizado
en los últimos años”, lo han expresado los entendidos que me han antecedido en
los comentarios y me sumo a ellos.
¿Y qué les podré decir para ser novedoso? No mucho, créanme.
Véanla, véanla las veces que deseen, véanla, vale la pena.
El debut de Salvador del Solar como director ha sido magnífica,
además se ha dado a conocer como un buen guionista. Mérito doble sin duda. Y sí
hablamos de la película podemos añadir una serie de logros adicionales. Para
comenzar, esta es una historia de peruanos, pero con una porción de
ingredientes foráneos sustanciosos. Del Solar tuvo la suerte de juntar a un
grupo de buenos actores del continente que garantizan un público mayor, pero
que no se entienda esta apreciación como un mero afán de lucro, de ninguna
manera. El drama que se cuenta en Magallanes es tan humano que sin duda
interesará a todo el que deseé verla en el mundo entero.
Magallanes cuenta la historia de un hombre atormentado. Su
vida es un fracaso y parece que no podrá seguir con su carga, hasta que
encuentra a una joven que le puede dar el giro que tanto necesita para
redimirse.
Magallanes es un ex militar peruano que tiene dos ingresos
adicionales, es taxista y cuida a su ex jefe, un coronel retirado que está
sumido en la oscuridad del Alzheimer. Harvey Magallanes estuvo destacado en
Ayacucho durante la época de la guerra contra los terroristas de Sendero
Luminoso y cometió abusos que lo han marcado. Los terroristas fueron vencidos y
apresados, los militares volvieron a los cuarteles o a sus casas, pero más allá
de condecoraciones traían heridas invisibles o cruces que pesan y no dejan
avanzar. En toda guerra hay víctimas inocentes metidas sin desearlo en medio del
conflicto y esa persona es Celina, una muchacha que a los 14 años fue forzada
por un malvado oficial.
Del Solar se apoyó en una nouvelle de Alonso Cueto para
hacer su adaptación. Y reafirmo, lo hizo bien. Me animo a decir que los
peruanos vamos por un buen camino para hacer un cine serio.
Antes de seguir, permítanme decir esto. Hace algunos años
viviendo en el extranjero llegó a mis manos la novela de Alonso Cueto titulada
‘La hora azul’. Me encantó la historia porque calmaba mi bronca de no tener
buena literatura que abordara el tema
del terrorismo en el Perú y todas las secuelas que dejó. Cueto intentaba con su
trabajo contar parte de ese drama, pero se quedaba corto, a mí entender. Quizás
él también lo vio así y siguió escarbando en la temática. No supe hasta ver Magallanes
que el escritor peruano había publicado la continuación de su ficción en una
novela breve titulada ‘La pasajera’. Al mirar la película sentía la historia de
Cueto merodeando en la pantalla. Hasta que al aparecer los créditos finales me
di con la confirmación de mi sospecha. No he leído aun ‘La pasajera’ pero intuyo
que ‘La hora azul’ sirvió como soporte fundamental para que la historia
cinematográfica crezca.
Magallanes es una historia contada a buen pulso. Tiene
actores de la talla del argentino Federico Luppi quien tan sólo con mover los
ojos y balbucear llega a llenar la pantalla. Magallanes está interpretado por
el actor mexicano Damián Alcázar y en el papel de Celina destaca la actriz
peruana Magaly Solier. Solier ganó el premio de mejor actriz en el Festival de
Cine de Lima. El cuate se interesó en el guión al día siguiente de conocer al
director. Filmando se sorprendió de trabajar con la peruana y alguna vez le
confesó a del Solar que se sentía actuando frente a ella. ‘Contra lo natural no
se puede’, decía entonces Alcázar.
Magaly Solier improvisa al final de la película con un
diálogo en quechua que no se ha traducido. Y el director señaló que se quedará
así. ‘Los peruanos no hemos sido capaces de construir un puente con nuestra
gente y nuestra otra lengua’. Quienes han visto la película dicen que no es
necesario traducir lo que dice la actriz. Basta ver la fuerza dramática puesta
en la escena para sentir lo que ella
siente, rabia, impotencia, pero no temor.
La actuación del mexicano también sorprendió a los
entendidos. ‘Parece un peruano más, con sus maneras y modismos exhibidos’. Del
Solar contó algo acerca del profesionalismo del actor: ‘se fue a vivir en el
centro de Lima, para poder familiarizarse con todo aquello que significa ser
limeño. Con su bicicleta se fue a los antiguos barrios diciendo que pasaría
desapercibido y así fue’.
Magallanes nos hace recordar algo doloroso del pasado peruano
que no es muy lejano, algo que muchos aún se niegan a ver. No perder la memoria
es necesario para curar las heridas, han expresado ya los entendidos.